Luna y Sol siguen su destino.
Ella, solitaria, pero fuerte; El, acompañado de estrellas, pero débil.
Los hombres intentan a menudo descubrir sus encantos en un intento por llegar hasta ella, como si eso fuera posible
Algunos incluso, llegaron a divisarla a lo lejos, en ese fallido intento de llegar hacia ella, pero fue en vano, nadie pudo tocarla ni incluso llegar a mirarle los ojos de cerca por mas que lo intentaran.
Sucede que Dios decidió que ningún amor en este mundo fuese del todo imposible, ni siquiera el de la Luna y el Sol.
Fue entonces que El hizo el Eclipse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario